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Aceptación Vs Resignación

Guzman Psychotherapy

Mucho se habla de aceptar, pero el significado que las personas normalmente dan a esta palabra dista bastante de la realidad. Cuando vivimos situaciones difíciles o tenemos problemas siempre oímos a los demás decirnos que tenemos que aceptarlos o resignarnos, ¿Sabes qué es lo que realmente significa una u otra opción?

Es común, encontrar en consulta psicológica, personas, que se sienten perdidas, resentidas, con emociones negativas como ira o rabia contra sí mismas o contra los demás debido a la falta de aceptación.

Aceptar establece una actitud optimista, de mente abierta, hacia la resolución de una situación difícil o un conflicto con nosotros mismos o los demás. Es sinónimo de avanzar y no quedarse anclado en el problema. De esta forma, la aceptación implica ser proactivos hacia la búsqueda interior de soluciones o recursos para el afrontamiento.

El camino de la aceptación, lleva a reconocer aquello que no se puede cambiar, al tiempo que nos enseña a desarrollar acciones que se pueden llevar a cabo para vivir en armonía con nosotros mismos sin sentirnos culpables ni bloqueados.

Por lo tanto, el aceptar tiene consecuencias positivas para la persona, ya que empodera y nos hace más fuerte ante la adversidad y aportándonos una mejora en nuestra salud mental.

En sentido contrario, la resignación, nos lleva a actitud pesimista, de mente cerrada, no permite que nos adaptemos de forma natural a la realidad. Cuando hablamos de resignación, hablamos de una postura pasiva con respecto a lo ocurrido, es similar a decirnos a nosotros mismos "bueno pues esto es lo que me ha tocado y no puedo cambiarlo, por lo tanto me deprimo".

Resignarnos, nos reduce a quedarnos centrados en el problema, en nuestra mala suerte por tener que vivir con ello y por tanto cedemos a los pensamientos negativos que provoca. Esto se traduce en miedos, ansiedad, depresión, rabia, ira, frustración, que no favorecen la adaptación y superación personal. Como se puede ver las consecuencias generan más dificultades ya que nos centramos en el problema más que en la solución.

Cuando decido aceptar todo lo que me ocurre, seré el gestor de mi vida, superando los obstáculos y encontrando la felicidad en el camino de lo aprendido. Si por el contrario, me resigno, permanecerá conmigo siempre el dolor y el sufrimiento.