En la convivencia diaria con amigos, familiares, compañeros de trabajo, pueden surgir roces, malos entendidos o incomodidades.
Las personas con las que nos relacionamos, pueden hacer o decir cosas que nos pueden molestar o generarnos algún grado de malestar.
Ese tipo de situaciones son bastante normales; ya que todos no somos iguales, ni todos tenemos el mismo nivel de sensibilidad. Ni tampoco todos le damos importancia a las mismas cosas. Una expresión o una conducta que, para ti pueda ser molesta, es posible que para otra persona sea algo normal.
Cuando nos ocurre algo parecido a lo que estoy comentando, lo más sano es hacerle saber a esa persona que algo te ha incomodado.
Es recomendable decir en el momento, y de la mejor manera, aquello que nos ha molestado. Expresar esta incomodidad puede ayudar a deshacernos de ella, o al menos en parte. Por el contrario, cuando nos callamos, terminamos sintiéndonos doblemente molestos y cuando sea hora de expresarlo, lo haremos explotando y de la peor manera.
El ser asertivo en la expresión de las situaciones incomodas que afrontamos dentro de nuestras relaciones interpersonales representa beneficios para la salud mental, tales como:
Ahora bien, como decir lo que molesta sin dañar a los demás:
Finalmente, ser amable y considerado con los demás, en cualquier actividad o interacción social nos ayudará a sentar las bases para los momentos en que podamos no estar de acuerdo.