Conociendo mis fortalezas personales
August 29, 2020Hablemos de violencia doméstica
September 29, 2020El vínculo en las relaciones de pareja
“Un día de invierno helado, los puercoespines de una manada se apretaron los unos contra los otros con el fin de protegerse del frío, dándose calor los unos a los otros. Pero como se pinchaban no demoraron en separarse de nuevo. Hasta que el frío los obligó de nuevo a aproximarse para sentir otra vez que se pinchaban. Estas alternativas de acercamiento y alejamiento duraron hasta que encontraron la distancia justa en la que daban calor sin herirse.”
Esta fábula escrita por Arthur Schopenhauer me lleva a pensar sobre la base en la que se construye el vínculo afectivo en la relación de pareja; es decir, si esta dado desde la dependencia, en donde se necesita totalmente del otro, renunciando a sus aspiraciones personales, en la que no hay límites ni respeto de los espacios individuales o si está basado desde el reconocimiento del otro como una persona autónoma, con intereses individuales pero que al tiempo logra amar a ese otro ser. Tal como lo describe la fábula con el movimiento de los puercoespines, ni tan cerca que asfixien y hagan daño, ni tan lejos que sientan el frío de la soledad.
Existen diferentes motivos que pueden deteriorar una relación de pareja y a través de este artículo podrás identificar cuál sería tu caso.
La comunicación es una de las áreas que más se ve afectada; las palabras dichas pueden animar, reafirmar, reorganizar, motivar acuerdos; pero también pueden herir, someter, ridiculizar, desvalorizar.
En una pareja se pueden presentar diferentes formas de lenguaje afectivo y la más común es la comunicación no verbal, que regularmente puede ser interpretada sin compañía del lenguaje verbal, es por ello por lo que se produce malas interpretaciones, confusiones, contradicciones y percepciones erradas del otro.
En necesario entonces, que la pareja encuentre espacios para hablar sobre lo ocurrido a fin de esclarecer las causas del conflicto, escuchar las razones de cada una de las partes y darse cuenta del motivo que lo generó; para que posteriormente se establezcan acuerdos de mejora. La comunicación de la pareja estará determinada por la actitud de escucha y reconocimiento del error por cada una de las partes, además del aprecio y valoración que se tenga del compañero.
Otra alteración que sucede en el vínculo afectivo es la exagerada idealización de la pareja, sobrevalorando sus cualidades, en donde la persona se enamora de un irreal, de un príncipe azul de cuentos. Lo que lleva a experimentar fuertes decepciones cuando se pasa al momento de real conocimiento, convivencia y fortalecimiento del vínculo. Es cuando escuchamos expresiones como “pero él no era así, ha cambiado mucho”, siendo incapaces de asumir que SIEMPRE FUE ASI, lo que ocurre es que la idealización no le permitió ver cómo realmente era el otro.
La des-ilusión implica, darse cuenta que la persona amada tiene cosas buenas y malas, reconocer al otro no como un ser perfecto, y que se puede asociar afectivamente ajustando la realidad, lo que proporciona la bases de un sentimiento duradero.
También puede convertirse en motivo de conflicto en la pareja la influencia de las familias de origen en la toma de decisiones y solución de conflictos, muchas veces los padres no asimilan la independencia del hijo que se casa y la pareja no logra colocar límites entre ellos y sus respectivas familias permitiendo que padres o hermanos se involucren en los asuntos conyugales. Estas situaciones producen rivalidades y contiendas lo que se convierten en una lucha de poder, produciendo crisis en la relación y el debilitamiento del vínculo.
En muchas parejas la llegada de los hijos se convierte en un problema para la relación, la vida sexual y la intimidad podría verse afectada si las relaciones sexuales no eran satisfactorias antes. Los hijos se convierten en los que sostienen el afecto de los padres, algunos dedican exageradamente tiempo a los hijos y evaden la relación con la pareja y se produce disminución de la relaciones sexuales, sentimientos de rechazo en una de las partes y celos con el hijo.
La infidelidad y los celos tiene mucha relación en el deterioro del vínculo en las parejas, la infidelidad descrita como la pérdida de la exclusividad, en donde la víctima se siente engañada, excluida, sustituida, y no se asume ninguna responsabilidad al respecto y el infiel es condenado y juzgado por su “error”. Desde esta perspectiva hay un “culpable” hecho que no permitiría encontrar el compromiso que tienen ambos en la infidelidad y entonces la responsabilidad de la situación recaería en una de las partes, cuando en una pareja la relación es de dos.
Por esto, lo primero que hay que permitirse como pareja es la comunicación y encontrar la cuota de responsabilidad de ambos en el acto infiel de una de las partes. Los celos van de la mano con la infidelidad y es un estado de inseguridad emocional, son la señal de alarma que protege la integridad de la relación. Pero muchas veces es visto por la pareja como la medida del amor, y no podemos seguir creyendo tal afirmación, porque si así fuera no produjera rabia, cólera, daño, indignación y ofensa.
Existen alteraciones de la vida sexual de la pareja que puede tener una causa de origen emocional y/o médico, la cual es importante diferenciar para poder encontrar alternativas de solución frente a la dificultad y saber, si requiere intervención médica.
La satisfacción sexual es relativa en cada persona y se construye por cada pareja, por esto, no hay una ley que establezca la frecuencia, el ritmo y la intensidad sexual de cada relación, lo que sí es importante es tener en cuenta el grado de satisfacción y placer de cada una de las partes. En la vida sexual se combinan el acto sexual, las caricias y el amor que produce la añoranza y el deseo por el otro.
Finalmente, tengamos presente que el fortalecimiento de cada uno de los aspectos anteriormente mencionados otorga a la pareja la posibilidad de construir en el día a día una relación sana y duradera.