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Sufriendo el síndrome del impostor

Guzman Psychotherapy


El Síndrome del Impostor, como es catalogado el hecho de que algunas personas no se sientan lo suficientemente competentes, hábiles, a pesar de ser exitosos laboral o profesionalmente, y necesiten estar reafirmando sus fortalezas a través de los otros, y no por reconocimiento propio, se puede generar desde muy temprana edad, es decir, que los niños no están excluidos de esta creencia. De ahí la importancia que desde la etapa infantil se generen estimulas positivos en pro de lo que es capaz de lograr.

Este síndrome no es un diagnostico que se encuentre catalogada en una escala diagnostica como el CIE 10 o el DSMV, sin embargo, en la práctica terapéutica se puede evidenciar lo que las personas pueden llegar a sufrir cuando sienten que los logros que obtienen no son producto de sus competencias sino de factores externos o propios del azar, considerándose en algunas oportunidades como un fraude que no merecen lo que han logrado.

Algunos de los factores que generan que estas personas que lo padecen se sientan como un impostor son:

Pertenecer a un sistema familiar muy competitivo en cuanto a los logros profesionales, y donde se siente que no se está al nivel de los otros. Algunas veces la necesidad de algunos padres exigirles a sus hijos que deben siempre ser los números uno en sus logros académicos, podría conllevar a que el niño, joven, que será más adelante un adulto sienta constantemente que debe esforzarse por responderse a sí mismo, y al mismo tiempo dar respuesta a las figuras parentales.

Otro factor dentro del sistema familiar que puede influir es el que se presenten críticas, señalamientos acerca de lo que un miembro de la familia no ha podido alcanzar, no se valoren los logros.

Inseguridad, falta de valía personal, se dice que esta es la base de este Síndrome, cuando las personas no reconocen sus habilidades, fortalezas, destrezas y mucho menos sus competencias para lograr algo, aunque lo hagan, atribuyendo lo conseguido, como se mencionó anteriormente a estímulos externos.

Experiencias que generan inseguridad, éstas experiencias pueden ser de tipo académico o laboral, donde deben asumir responsabilidades que en principio les cuesta asumir y generan dudas en cuanto a cómo lidiar a futuro con otras propuestas.

Cambios de tipo laboral o profesional, El tener que enfrentarse a nuevos retos, como un nuevo cargo, o la elección de carrera, puede generar que surjan pensamientos de minusvalía sintiéndose incapaces de alcanzar los logros.

¿Puede un apersona que padece de este síndrome superarlo? Definitivamente si, y lo primero es identificar y reconocer que, si es capaz de alcanzar los logros, pero que no se disfrutan como un alcance propio, esto permitirá entender que existen características propias de la individuación que deben ser abordados por profesionales de la salud mental.

Para concluir debemos tener presente que todos los seres humanos contamos con las suficientes capacidades para alcanzar lo propuesto y disfrutar de los logros obtenidos.