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Guzman Psychotherapy
Desde la antigüedad, la madre ha tenido una connotación importante, no solo por dar vida, sino por lo que éstas instauran en sus hijos con el estilo de crianza que proporcionan, generalmente se le atribuye a la madre el afecto, y se le ve como el ser terrenal de mayor importancia, pero, ¿quién es esa madre, quien está detrás de ella? ¿Porque algunas veces nos sentimos con la necesidad de señalar las conductas de algunas madres?
Empecemos por resaltar que la maternidad es una decisión de vida, y como hipótesis podríamos decir que es disfrutada por un sinnúmero de mujeres, debido a que en su proyecto de vida estaba contemplado ejercer este rol, otra hipótesis podría ser que, aunque algunas mujeres no lo tenían contemplado entendieron y sintieron al quedar embarazadas que ser madre podría significar mucho para ellas como mujeres.
Ambas hipótesis son válidas, pero es importante anotar que las madres no siempre fueron madre, primero fueron mujeres, de ahí que se pueda plantear que para otro número de ellas, la maternidad no cobre la misma importancia, no tenga la misma connotación desde el ser madre, no desde el ser hija, y no significa esto que el ser mujer se deba desligar de la maternidad o viceversa, significa que los intereses son distintos, cambian, y es una realidad que se plantea cada vez más en la actualidad.
Encontramos mujeres que sin ser madres pueden sentirse completamente realizadas, como personas, y ubicadas en un lugar de la sociedad sin sentir que les hace falta algo para sentirse aceptadas y no es cuestionable esta decisión, no es un estatus, no es un calificativo, es una decisión.
La maternidad, aunque puede resultar hermosa, también resulta demandante, al punto que puede llegar el tiempo en que se deja de ser, para que otro sea, en este caso específico el hijo. La pregunta es, si debería ser así, si las madres se sienten satisfechas, o se ven obligadas a esto
Hablando de madres, escuchamos de aquellas que resultan ser “perfectas” porque ejercen el rol de manera cuidadosa, brindando a sus hijos lo necesario para su crecimiento estable, y encontramos aquellas madres que, pueden sentirse atribuladas, que no saben lo que hacen, y que no se sienten bien con la función materna que ejercen. Y es que las madres perfectas no existen. Recordemos que detrás de cada persona hay una historia personal que determina su accionar como mujer, como pareja, como amiga, como trabajadora, y por su puesto como Madre.
El sentido de este artículo no es entrar a establecer si se debe o no ser madre, el sentido de este artículo es entender que la maternidad es ejercida por mujeres que están construidas de una historia personal y una historia social, donde se van adquiriendo los elementos que permiten ejercer esta función materna adecuada o inadecuada.
Para aquellas mujeres que decidieron ser madres es importante que tengan presente que se deben encontrar así mismas, identificar y gestionar sus emociones, dedicarse tiempo, fortalecer su relación de pareja, cuando existe ésta, fortalecer sus otros vínculos afectivos (familia, amigos), fortalecer su autoestima, para que la maternidad pueda ser disfrutada, y para que el vínculo con los hijos sea sano, no viéndose a éstos como una “obligación” que se tiene, sino como una razón más para sentirse satisfechas.
