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Cuando una persona acude a terapia suele ser por diferentes motivos. Entre los más comunes encontramos problemas de autoestima, de autoconcepto, sensaciones de ansiedad, de tristeza por largos periodos de tiempo, desgano general, dificultades para relacionarse con las personas de su entorno y/o consigo mismo, duelo, celos, problemas familiares y/o de pareja; solo por mencionar algunos.
Lo más común es escuchar la pregunta… ¿y la terapia psicológica si funciona? ¿Si me servirá a mí? Estos interrogantes referentes a la efectividad de la terapia individual: ¿para qué me sirve contarle mis problemas a otra persona que no conozco?, ¿cómo es eso de que una persona me va a decir a mí que hacer?, ¿por qué requiere frecuencia? Y otras tantas dudas son comunes en las personas que desconocen cuál es el trabajo que se realiza en psicoterapia. Es por ello por lo que el objetivo de este artículo sea dar a conocer un poco qué se hace en psicoterapia.
Resulta útil saber que un tratamiento psicológico es una intervención profesional, basada en técnicas psicológicas, en un contexto clínico. Puede ser en un hospital, centro de salud mental, consultorio privado, etc. En ella un especialista generalmente psicólogo clínico, busca disminuir significativamente el sufrimiento o malestar emocional y enseñarle al paciente a desarrollar sus habilidades de afrontamiento de los problemas de la vida cotidiana (Labrador y Vallejo, et al. La eficacia de los tratamientos).
Cuando una persona acude a psicoterapia individual suele ser porque está experimentando una pérdida de sentido de vida, algunas de las cosas que para él o ella son de vital importancia para su ideal de proyecto de vida, se encuentran en peligro de no poder ser alcanzados o de dejar de funcionar.
Hay personas que deciden acudir para conocerse a sí mismas, porque otra persona los presiona, porque es requisito para alguna labor que desempeñan, también para solucionar problemas de relacionamiento con otras personas. La segunda situación, es menos recomendable ya que, aunque el terapeuta sea empático, escuche activamente y acoja al paciente, si éste no desea participar en el proceso, es muy probable que no se permita experimentar la psicoterapia de manera que le resulte provechosa para su situación. De allí que para iniciar proceso terapéutico sea tan importante que la persona esté motivada a realizar el trabajo terapéutico junto al psicólogo.
La forma tradicional de tratamiento psicológico requiere contacto personal con el psicólogo. Sin embargo, también pueden utilizarse medios alternativos para cubrir algunos aspectos del proceso como teléfono, correo o videollamada.
Su uso con las garantías clínicas y éticas precisas, son útiles cuando el paciente tiene dificultades físicas o geográficas para acudir a la consulta o su problema se lo impide (p.ej., accidente, cirugías, partos, enfermedades leves como gripa, varicela, etc.), cuando desea seguir la terapia con el mismo terapeuta pero viaja con frecuencia o se mudó de ciudad, cuando posee los recursos para manejar sus problemas con el apoyo no presencial o cuando en su localidad no encuentra un profesional que se ajuste a sus preferencias.
Lo primero que se realiza es evaluar el nivel de malestar del paciente y sus posibles causas. Es algo que, aunque parece simple de comprender, no lo es tanto ya que las personas van acumulando malestar a lo largo de sus vidas- en ocasiones sin hablarlo con nadie- por lo que los síntomas son los que hacen que la persona sienta la necesidad de buscar ayuda. Incluso con frecuencia ocurre que la persona no se reconoce como responsable de lo sucedido en su vida, atribuyéndole así la “culpa” de sus problemas a cosas externas.
Seguidamente, allí juntos clarificarán aquellas creencias, conductas, pensamientos y emociones que contribuyen a su situación y se emplearán técnicas psicológicas específicas a su situación particular. Es Importante mencionar que los psicólogos no recetan medicamentos (lo hacen los psiquiatras), aunque de considerarlo necesario se pueden combinar ambos tipos de terapia.
Existe también la intriga de cómo saber si el tratamiento psicológico es efectivo o no. Para satisfacer este interrogante es importante saber que se considera que los tratamientos más efectivos:
- tienen los objetivos claros
- están centrados en solucionar los problemas inmediatos
- son más bien de corta duración (de 2 a 6 meses, puede extenderse en casos de
- problemas graves o cuando hay varios problemas)
- promueven una mejoría tras las 8-10 primeras sesiones.
Para finalizar, se debe tener claridad en que los tratamientos psicológicos son realizados por profesionales de la psicología con especialidad clínica o de la salud, que son los especialistas en problemas del comportamiento humano y utilizan técnicas especializadas de evaluación e intervención. Requieren la disposición del paciente para comprometerse con su proceso, su duración está sujeta a la problemática de cada paciente y en ciertos casos puede requerir medicación la cual es definida por un psiquiatra, en ningún caso solo la medicación reemplaza atención terapéutica pues debe realizarse en conjunto.