La invitación es a responder cada una de las anteriores preguntas, una por día, si deseas escribe tus respuestas, para que las guardes y las revises cada cierto tiempo y así se conviertan en tu fuente de motivación permanente. Tomate tu tiempo, y verás que te sorprenderás de lo que podrás llegar a descubrir sobre ti mismo.

El realizar este ejercicio genera una experiencia de aprendizaje, donde quizás debes implementar cambios, pero al final esto se convierte en seguridad y fortaleza, cuando esto ocurre el ser humano genera actitudes y pensamientos más claros que organizan de mejor manera lo que acontece a su alrededor.

Se podría decir, que fortalezas personales y seguridad, tienen una comunicación en doble vía que impacta la relación consigo mismo y con los demás. Además, concibe al individuo como un ser crítico, reflexivo, con criterios e ideas propias capaz de ejecutar acciones tendientes a promover cambios cuando se requieran. Así mismo, queda al descubierto la creatividad que posee para alcanzar lo que se propones.

Cuando una persona se conoce en alguna medida, sabe de qué está hecha y puede enfrentar la vida, aún si tiene miedos, porque reconoce sus capacidades y fortalezas personales y antes de salir corriendo o darles la espalda a los problemas los enfrentará. No se dan por vencidas, sino que por el contrario comprenden que sus procesos de desarrollo personal les exige seguir trabajando en su autoconocimiento porque saben que el aspecto más importante y distintivo es quién soy.

Por otra parte, comprenden que habrá muchos aspectos a cambiar de tal forma, que, aunque los cambios duelan un poco los llevarán a cabo porque están abiertas y dispuestas a tener la autogestión de la vida, esto implica hacerse cargo de las actitudes frente a los acontecimientos cotidianos. También implica moverse a la par de las autoexigencias que nacen de ser valientes, comprometidas y esforzadas. De allí, que el autoconocimiento es una herramienta eficaz, una brújula, un mapa, que engrandece el coraje. Lo anterior, hace una gran diferencia con las personas que se sumen en el dolor, la tragedia y los discursos tristes, imposibilitando sus capacidades de salir adelante.

Finalmente, saber quién soy es una tarea que no se debe aplazar, urge invertir tiempo en actividades tendientes al autoanálisis, pues así, como se invierte tiempo en ver una película, en leer un libro o una novela, en ir a playa, al cine, a un restaurante, etc., también se debe invertir en asumir con responsabilidad el “yo valiente” que se encuentra en ti y está esperando convertirse en tu fortaleza personal.